Por lo general se piensa que vivir situaciones adversas como abusos,abandonos,crecer en un ambiente de delincuencia y drogadicción, o con muchas tensiones diarias, inevitablemente condenan a los niños y adolescentes al fracaso escolar, a incursionar en conducta delictivas y de violencia que los conducen a una vida infeliz.
Ahora como adolescente, con más frecuencia te das cuenta de quién eres, de tus fortalezas y debilidades, de las características de tu familia, del entorno social en el que te desenvuelves. Además, puedes fijar tus propias metas, decidir qué quieres para tu vida. Puedes haber experimentado situaciones adversas, pero eso no debe determinar que tu vida sea infeliz porque puedes encontrar recursos en ti mismo o en personas de tu entorno que te ayuden a salir adelante. Una persona resiliente se caracteriza por ser socialmente competente, poseedor de habilidades para la vida (como el tener pensamiento crítico, capacidad de resolver problemas y de tomar la iniciativa); también se caracteriza por ser firme en sus propósitos y por tener una visión positiva de su propio futuro: poseer intereses especiales, metas y motivaciones para salir adelante en el colegio y en la vida. Cuando se desarrollan estas capacidades se convierten en factores protectores internos para que las personas desarrollen la capacidad de sobreponerse a la adversidad, se adapten y adquieran las competencias necesarias para vivir adecuadamente en lo social, académico y vocacional.

Estas estrategias se pueden graficar en la llamada “rueda de la resiliencia”.ya que todos estos aspectos, al relacionarse entre si, como una rueda, te permiten avanzar y conducirte hacia una vida satisfactoria.

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